jueves, 28 de febrero de 2013

Andalucía


Dicen que cumplo 33 años… serán ignorantes.

Desde el primer mono que pasó por aquí y se quedó, desde el hombre de Orce, desde que pasaron achelenses, neanderthalensis, musterienses, sapiens, tartessos, fenicios, griegos de Focea, cartaginenses, etruscos, turdetanos, túrdulos, bastetanos, oretanos, conios, romanos, suevos, vándalos silingos, alanos, visigodos, bereberes, sirios, yemeníes, egipcios, árabes, almohades, almorávides y benimerines, kaishitas y medinitas, y, entre los que creían y no, aparecieron los mozárabes y los muladíes. Nuevos cristianos del norte, también heterogéneos… y últimamente, rumanos, marroquíes, peruanos, argentinos, chilenos, ecuatorianos, polacos y chinos… yo, queridos míos, he sido y seré Andalucía.

Otra cosa no, pero permeabilidad a los pueblos, a los sentimientos y a las ideas sí tengo. Lamentablemente inventasteis unas fronteras, quizá celebréis eso, que hace 33 años que alguien decidió dónde empezaba y terminaba mi cuerpo, mi tierra, pero a mí no podéis encerrarme tras una montaña, un río o una sierra… Yo soy lo que cada uno de mis hijos es, estén donde estén y vengan de donde vengan, que ni entiendo ni quiero entender de religiones, razas, culturas o riquezas. Soy y me sumo al humo del olivo o de la encina, soy cante por bulerías, sevillanas, verdiales o rock (qué coño, que sí, que también soy rock, cantautor, tecno y lo que venga), soy palmas pero soy tambor, soy tecnología, investigación, desarrollo… soy suma de ideas y de sentimientos. No tengo un acento sino miles y como tal me oiréis. Sé llorar y reír, sé escuchar, sé gritar y pedir… sé sumar.

Te prohíbo que me subas a un escaparate a intentar venderme, te prohíbo que te impongas, te prohíbo que no aportes (me da igual si es una sonrisa o una idea), te prohíbo que no compartas lo que tienes y lo que sientes, te prohíbo que me compres, te prohíbo que me vendas, te prohíbo que no aplaudas lo que sientes, te prohíbo que critiques por envidia. Te prohíbo que me mientas.

Si tus intenciones son buenas aquí tienes mis puertas abiertas. Mis ventanas abiertas. Mis venas abiertas. Soy tú, y él, y nosotras. Soy ayer, hoy y mañana.

Soy Andalucía.

martes, 26 de febrero de 2013

Sobre el ánimo

Jo que volia
que m´enterressin
entre la platja
ai,qui ho diria!!
i el firmament

i serem nosaltres
ai,qui ho diria!!
els qui t´enterrem.
 
 
El ánimo es, por definición, algo muy subjetivo y propio. Se agradecen no obstante esas dosis de esfuerzo (primer sinónimo) que la gente que nos aprecia intenta transmitirnos. También habrá una dosis alta de denuedo (segundo sinónimo), en tanto que intrépido, porque no es siempre fácil consolar o alcanzar el consuelo. Como valor (tercer sinónimo) espero que no hagamos como el necio y lo confundamos con precio. Dicen que es arrojo (cuarto sinónimo) supongo que por lo valiente que hay que ser para asumir el peso de algunas palabras y algunos hechos. Bravura y coraje (quinto y sexto) vienen a ser necesarios ya que, aunque no se pueden transmitir, nos sacarán de más de un hoyo, reto o tormento. También podríamos usar la palabra grandeza (séptimo sinónimo) quizá más por lo que pudiera ocurrir que por quedarnos abatidos y quietos. Y acaba la relación con el que más me gusta para que reflexionemos sobre el verdadero espíritu de estas líneas, moral, el último y más sorprendente de los sinónimos de ánimo.

Efectivamente, cuando intentamos dar ánimo –como si pudiéramos dar algo material- o cuando estamos dispuestos y deseosos de recibirlo –como si fuera un medicamento- estamos mucho más cerca de lo que creemos de la moral (costumbres o normas) que define y configura una sociedad determinada. Como parte de ese todo que somos, al reclamar ánimo o al darlo estamos esperando una suerte de reencuentro con esa sociedad. Quien lo da invita al/a la abatido/a a reincorporarse, quien lo recibe se reconforta y se motiva. Por eso sólo animamos a quien queremos o apreciamos y sólo lo reciben y entienden quienes tienen suficientes motivos para continuar.

Muchas veces basta una frase o una idea, otras es necesario reforzar el ego del/ de la afectado/a. De la moral, más exactamente del mores maiorum romano (las costumbres de los mayores) nace una parte fundamental del Derecho y con esto casi terminamos.

De qué es querer ya hablaremos otro día –largo y “tendidos”- pero si necesitas ánimo, si quieres volver, si crees que merece la pena continuar… no serán mis palabras las que te ayuden, será tu fuerza, tu coraje y tu esfuerzo; tu compromiso con los que te rodean y te heredan.

¿Lo has pasado mal porque has perdido algo o alguien? Recuérdalo permanentemente, compártelo y dale vida a través de tus gestos… así seguirá latiendo. Debería de terminar esto con otro sinónimo de ánimo: aliento. Lo voy a dejar sin definir, eso sí, te ruego que hagas de lo tardío un hoy, de ayer un nuevo momento.

sábado, 23 de febrero de 2013

¿Y tú me lo preguntas?


¿Qué es Democracia? dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es Democracia? ¿Y tú me lo preguntas?
Democracia... eres tú.

 

Perdone usted, don Gustavo, por robarle y destrozar estos versos. He tenido que recurrir a ellos porque me han preguntado qué era para mí la Democracia y no se me ha ocurrido nada mejor para intentar explicarlo.

Usted y yo nos parecemos ¿sabe? Los dos nos hemos distraído mirando las golondrinas pasar por los tejados de la Plaza de San Lorenzo. Para usted eran mensajeras entre enamorados y para mí señales de que se abría el azahar y admiración por sus acrobacias. Lo importante –creo yo- es que a los dos nos gustaba mirarlas. Afortunadamente para esta historia, para la historia, sólo usted será recordado.

Disculpe que le deje a un lado –aunque le llevaré siempre en mi corazón y en mis paseos por Conde de Barajas- pero tengo que intentar responder a la pregunta. Gracias y piedad por la poesía.

Democracia eres tú. Como sistema es muy compleja y como modelo no hay un único patrón a seguir; en general diremos que se trata de decidir, delegando el poder o no, sobre el modo y la forma de organizar una sociedad. Es democracia (ojo que no digo democrático) la elección, la separación de poderes, la articulación del Estado… pero, siempre hay un pero, cuando sea una mayoría de libres e iguales la que decida, esto es, la que tome una medida a través de la acción, de la ley, de la norma, del contrato, del compromiso… pero con la condición de partir de la igualdad y de la libertad.

Ya nos vamos liando. Atendiendo a la etimología democracia es démos (pueblo) y Krátos (poder), es decir, el poder del pueblo. Hoy hay algunos estudiosos que apuntan la posibilidad de que demos también venga del término demiurgos (creadores, los que hacen cosas… los artesanos) y eso le daría un significado distinto al origen, mucho más en la sintonía de Bécquer que de los politólogos. Es bonito pensar que ese démos sea creación, quizá, más que pueblo.

En cualquiera de los casos –que me pierdo- es evidente que Democracia es lo que tú quieras que sea, lo que tú quieras hacer, lo que tú quieras proponer, lo que tú quieras organizar, lo que tú quieras legislar, lo que tú quieras ser. La única condición es que tienes que ponerte de acuerdo con otros y otras que, como tú, quieran hacer, proponer, organizar, legislar, ser. A mayor consenso o acuerdo no hay más democracia, habrá más facilidad para llevar a cabo lo acordado, hay más democracia cuantos más “tú” participan, deciden y admiten que pueden estar equivocados, asumiendo las decisiones de la mayoría de esos iguales.

Eres Democracia, somos Democracia.

Por eso, además de entender el mecanismo, hay que hacer política… ¿Qué es política? ¿Y tú me lo preguntas?...

miércoles, 20 de febrero de 2013

Estado de la Nación... y taller.


Suena de fondo la radio y yo me conformo con un diálogo sordo entre una señora que acaba de salvar el mundo y este servidor que sólo cree que al mundo hay que cambiarlo, no salvarlo. A unos les deben las nóminas, otros nos anuncian el Debate del estado de la Nación, ha habido un incendio en un bar… y un taller nos arreglará el coche por un módico precio… ah, no, perdón, que eso era un anuncio.

Se me viene a la cabeza esa antigua canción: “Al igual que en televisión interrumpen la emisión para anunciar un brebaje o un masaje, interrumpo mi canción, y coloco aquí un mensaje…”.

Es tal la cantidad de información (y por ende de opinión) que recibimos a lo largo del día que ya empiezo a pensar que se trata de una estrategia para marearnos y para que seleccionemos inconscientemente todo aquello que a cada uno supuestamente nos interesa –individualmente, uno a uno, cada uno-. Así, es posible que el hecho de que se le queme a un propio el bar sea noticia –pero nos importe un cojón de mico- y que el gran debate de hoy se confunda con el taller.

Si fuésemos listos nos daríamos cuenta de que el Debate del estado de la Nación tiene más que ver con la primera noticia (que unos trabajadores no cobran sus nóminas) que con todo lo demás, a no ser que hagamos la correlación fuego-bomberos (fuego-funcionarios eficientes; fuego-medios adecuados; fuego-servicio público; fuego-riesgo contra el que actuar; fuego-eficiencia y eficacia…). ¿Alguien se anima? No os preocupéis, siempre nos quedará el taller a un módico precio.

viernes, 15 de febrero de 2013

Primavera y Democracia


 “El baile está cercado por una valla hincada en el suelo y pintada de blanco. En la cerca se acodan los jornaleros que no pueden gastarse el dinero en bailes y convites, los mozos que, aun teniéndolo, prefieren beber a ceñirse con una muchacha. Y las chicas que no encuentran con quien bailar. Todos miran desde el otro lado de la valla.”
Alfonso Grosso y Armando López Salinas, Por el río abajo.

 
Desde que tengo recuerdos, en estos días, cada año busco en el cielo y el suelo señales de cambio. Una bandada de grullas, una golondrina, un pequeño petirrojo… de igual manera, busco en el cerezo del patio esos brotes que, vistos a cámara rápida, recordarían la explosión de unos fuegos artificiales. Se trata, simplemente, de primavera.

Desde que tengo recuerdos, oigo y leo críticas, ideas, soluciones o propuestas sobre la democracia. Unas –las más- sobre cómo debería de ser, y otras –las menos- sobre lo que realmente es. O sea, que hay más críticas a la democracia que intentos por explicarla y ponerla en práctica.

Si recurrimos a estudiosos como Robert Dahl (especialmente a su obra “¿Qué es Democracia?”) o a otros más críticos y que han añadido nuevas reflexiones al amplio concepto que nos ocupa (el químico Banda Tarradellas, el economista Arcadi Oliveres, o el abogado José Nun… obsérvese que no nombro a ningún reconocido rojo, izquierdoso, marxistón) nos daremos cuenta sin necesidad de profundizar mucho en el tema que hay una serie de términos comunes, ya muy generalizados en los debates políticos y sociales, que califican, puntualizan o definen la precepción en sí de democracia.

En teoría deberíamos de explicar sin ninguna dificultad qué es la democracia porque toda nuestra vida cotidiana, intelectual, social, política, económica, cultural, etc. se desarrolla bajo ese sistema. Quizá ese sea el problema y la solución. Solo podemos tener dudas a la hora de definir el concepto si no lo entendemos, si no nos afecta, si no nos interesa o si no somos partícipes.

En mayor o menor medida, estas cuatro acciones (entender, afectar, interesar y participar) serán las culpables o tendrán el mérito de hacernos enjuiciar el modo de gobernarnos, serán las responsables de que el modelo pueda avanzar o retroceder –que no es descartable- y todos/as debemos, antes de plantearnos un modelo mejor, exigir el cumplimiento del actual.

La democracia asume críticas, pero sólo deben interesarnos las que ayuden a hacer una democracia mejor. No podemos ser los mozos y las chicas que nos describen Grosso y López Salinas en la introducción de esta reflexión (1960 en las marismas del Guadalquivir), no podemos acodarnos y contemplar el baile, tenemos que salir a la pista, decidir y ponernos de acuerdo sobre qué música debe de sonar, hay que contratar a la mejor orquesta, hay que pagarle y comprobar que han recibido el dinero, hay que elegir el día, la hora, el motivo… democracia no es bailar, es todo lo que necesitamos para bailar.

Os preguntaréis qué pintan aquí las grullas y los cerezos en flor.

La democracia actual está tan condicionada que no es una democracia real. Si entendemos y notamos la llegada de la primavera por unas simples señales debemos entender y notar que la democracia está demediada, enferma, anulada en muchos aspectos y en profundo peligro… por eso, como cantaba Daniel Viglietti… de la derrota crear primaveras.

jueves, 14 de febrero de 2013


No busquéis aquí grandes respuestas porque no estoy capacitado para darlas. No busquéis calidad literaria o narrativa porque no escribo bien. No busquéis un amigo o confesor porque sólo soy amigo de mis amigos y no creo ni en la culpa, ni en el pecado, ni el propósito de enmienda. No busquéis una guía, senda o camino porque no hay nadie más perdido que yo. No busquéis consuelo (que os den por culo). No busquéis ayuda porque no estoy aquí para salvar a nadie, especialmente si no se quiere salvar.

 No me busquéis, no os busquéis, no busquéis.

Este blog nace con la única intención de contar historias. Historias reales e inventadas sobre ideas y proyectos que son y han sido en sí mismo historias.