No
es tiempo de manifiestos (al menos de aquellos que no propongan, además de ideas, mecanismos de organización y de respeto) sino de responsabilidades. Este documento sólo
interesa a los/as militantes de Izquierda Unida e intentaré promoverlo por los
cauces internos. El texto propuesto dice así:
Este
compromiso, que subscribo libremente como condición inseparable de mi
militancia en IU, es un desarrollo de los Estatutos aprobados en la X Asamblea
Federal, donde podemos leer: La democracia
aplicada al interno de IU no sólo exige la aplicación de mecanismos democráticos
para la toma de decisiones, sino también la asunción individual de la idea
democrática, de manera que se asuman las decisiones tanto por quien queda en
minoría con respeto hacia las decisiones adoptadas (especialmente en los
espacios y ámbitos públicos y con mayor relevancia cuando ocupan espacios de representación
de nuestra organización), como por quien queda en mayoría, con el respeto pleno
que ha de mostrarse hacia las posiciones y personas que han quedado en minoría.
(Estatutos, II Principio de funcionamiento democrático y el consenso).
Por
lo tanto, yo, (nombre y apellidos), como militante de IU, me comprometo a conocer, cumplir y hacer cumplir los Estatutos
aprobados en la última Asamblea, éste compromiso y cuantas resoluciones,
medidas y propuestas emanen democráticamente de Izquierda Unida en todos los
niveles que me afecten.
Para
ello exigiré que se publiquen,
inmediatamente y de forma clara, “toda la
información de las decisiones o posicionamientos políticos de IU, así como de
los debates internos generales que se produzcan” (SIC Artículo 22. Derechos C, a).De igual modo, “Conocer los acuerdos
de los órganos de dirección” (SIC
Artículo 22. Derechos C, b) y que se garantice mi acceso “a todas las actas elaboradas en cualquier
órgano de IU” (SIC Artículo 22.
Derechos C, k). Una
vez aprobadas, cualquier decisión será mi decisión, junto a la de todas las
personas que forman IU, con independencia de que se esté de acuerdo o no con
aquella. Esto no quita que, internamente, podamos manifestar nuestras opiniones
contrarias y que individualmente o a través de las corrientes organizadas o
partidos que integran IU, debatamos y propongamos la revisión sobre los
acuerdos, propuestas o medidas tomadas; pero, externamente, defendamos como
nuestra y propia la decisión.
Ya
sabemos que “Las condiciones políticas,
económicas, sociales y culturales en las que tenemos que actuar en los
diferentes niveles territoriales, exigen la cohesión y la coordinación en la
elaboración de los contenidos generales de un mismo proyecto transformador, que
se plasmen no sólo en principios sino también en normas organizativas y de
resolución de conflictos”. Y sabemos que “Esta práctica no está exenta de contradicciones, diferencias y
matices, inherentes, como es lógico, a toda actividad humana o política, y
mucho más en lo que atañe a un proyecto político transformador y en un momento
de acelerados cambios tecnológicos, materiales y sociales. Ante ello, el buen
sentido indica que no debemos fragmentar lo que exige unidad, sino potenciar y
articular, combinando el debate más amplio y plural con la unidad de acción
para el desarrollo del proyecto común en las condiciones específicas que se dan
en un Estado plurinacional como es el Estado Español.” (Estatutos, III
Principio de Cohesión, unidad de acción y programática). Por ello, como
militante de IU, me comprometo a
mantener la unidad, respetando a los demás, no interviniendo sobre asuntos o
posturas contrarias de otras Federaciones o Asambleas, no me entrometeré en debates ajenos a los de mi Asamblea, mi
provincia (en su caso), ni mi Federación. Evitaré
la injerencia en asuntos o discusiones que queden al margen de los
Estatutos y objetivos políticos de IU.
De
igual modo, reconozco al Consejo
Político Federal como el único órgano entre Asambleas para marcar las líneas
estratégicas, para diseñar campañas estatales, para impulsar debates que
afecten al conjunto de la organización y de la ciudadanía, para marcar las
líneas de trabajo común a todas las federaciones y para desarrollar y
garantizar este documento. Acepto y
comparto que este órgano -que debe trabajar por el cumplimiento de las
normas internas- pueda exigir a cada Federación que incluya en el orden del día
de sus respectivos órganos todos aquellos asuntos que entienda afectan a la
imagen o comprometen la estabilidad y la unidad interna, aquellos asuntos que
entienda incumplen el espíritu y la letra de este compromiso y de todos los
documentos actualmente vigentes, incluyendo la remoción de los cargos públicos,
de sus dirigentes y de sus liberados políticos. De igual modo, reconozco a los órganos de mi
Federación la misma capacidad anterior para su ámbito geográfico concreto. Y
también, reconozco a mi Consejo
Político Local (Comarcal, insular o Provincial) como el órgano que tiene que
garantizar mis derechos, obligarme a mis deberes, facilitarme toda la
documentación o información que le reclame sobre las decisiones tomadas y, por
último, me reconozco a mí mismo/a
como la unidad básica de militancia y, por lo tanto, seré coherente con todo lo
aquí manifestado.
Como
“No se aceptará la afiliación en IU de
aquellas personas que, de manera probada, tuvieran posiciones públicas de
defensa del modelo capitalista, hubiesen tomado posiciones contrarias a la
ética política, de agresión al medioambiente, de la violencia de género, o
actitudes contrarias al respeto por las diferencias personales, sean en su
vertiente racial, física, cultural, religiosa, de opción sexual o de identidad
de género. Tampoco se aceptará a personas que practiquen el maltrato animal.
Asimismo, no se aceptará la afiliación de aquellas personas que no respeten
todas las sensibilidades ideológicas que hay dentro de IU” (Estatutos. Artículo 12. Quiénes pueden
afiliarse). Me comprometo a
llevar una actitud y aptitud moral y ética impecable, a denunciar internamente
todas aquellas conductas que no coincidan con lo reflejado en los Estatutos
(artículo citado) y a ser tolerante, calmada/o, no violento, reflexivo/a,
ecuánime y a tomar todas las decisiones que afecten a IU conforme a sus
principios, objetivos y éste compromiso. Me
comprometo a anteponer los intereses generales de la ciudadanía a los que
pudiera tener yo e, incluso, a los que pudiera tener la organización con lo que
convertiremos a IU en un medio y nunca en un fin en sí mismo.
Podré
expresar libremente mis opiniones con relación a las propuestas y decisiones
adoptadas por IU siempre que sean en el ámbito interno de la organización y los
diferentes órganos velarán por protegerlas, (Estatutos
Derechos y deberes de las personas afiliadas. Artículo 22. Derechos E) pero,
al mismo tiempo, me comprometo a no
dar a conocer externamente las discrepancias que en su seno pudieran darse.
Para favorecer la necesaria confrontación de ideas y propuestas exigiré que, con la debida antelación,
se dé a conocer el orden del día (y toda la documentación que se requiera) de
los asuntos a tratar; sobre éstos podré opinar individualmente con otros/as
afiliados/as o con aquellos simpatizantes o ciudadanos en general que entendamos
pueden aportar elementos o visiones al debate, pero no manifestaré a la opinión
pública mi postura y me reservaré hasta que haya sido aprobada democráticamente
la decisión (que ya será de todos) para darla a conocer.
Con este compromiso reitero y reafirmo lo
expresado en los Estatutos de IU: a) Ajustaré mi actividad política al
compromiso voluntariamente contraído con la afiliación, cumpliré los
principios, programas y estatutos de IU y aceptaré las resoluciones y acuerdos
adoptados por los órganos correspondientes. d) Seré respetuoso con las
opiniones y posicionamientos de las demás personas que participan en IU. e) No
organizaré, impulsaré, o participaré en campañas contra IU. g) Defenderé los intereses
generales de IU, sus estatutos, programas y resoluciones aprobados en sus
asambleas, así como los acuerdos legítimamente emanados de sus órganos de
dirección. h) Respetaré y acataré cuántas resoluciones se dicten por los
órganos competentes en el marco de los presentes estatutos y sus desarrollos
reglamentarios, sin perjuicio de la capacidad de recurrirlas. k) Si soy cargo
público o tengo alguna responsabilidad interna u orgánica, mi puesto estará
permanentemente a disposición del Órgano por el que fui propuesto o elegido. (Estatutos Artículo 23 Deberes).
En (ciudad o localidad) a (día) de (mes) de
2015. Firmado.
Hasta
aquí llega este documento/compromiso. Podría ser este texto o cualquier otro
pero es imprescindible que adquiramos, todos y todas, algún tipo de compromiso.
Los militantes de base deberíamos de exigir mecanismos de participación,
decisión y control sobre nuestros órganos internos y sobre nuestros cargos
públicos, y, éstos, deberían de mostrarse permanente disponibles, cercanos y
dialogantes. Todas (tengamos la responsabilidad que tengamos) deberíamos de
tener claros los compromisos, límites y documentos que son, en esa suma
imperfecta, los que de verdad constituyen IU.
Si
no reconstruimos nuestros órganos internos, si no avanzamos en mecanismos de
promoción y democratizamos (también más transparencia) todas nuestras
estructuras; si no evitamos las viejas conspiraciones y neutralizamos las
ambiciones no legítimas; si no reorganizamos nuestros métodos, Izquierda Unida
puede desaparecer como proyecto.
Este
“compromiso” debe acompañarse de un Reglamento de Organización y Funcionamiento
(como los de las administraciones públicas) que no sea interpretable, claro,
conciso y práctico, que abarque desde un calendario único estatal y de federación,
a medios disponibles, a relación entre órganos… pasando por la descripción
detallada de los objetivos y qué grado de consenso se debe alcanzar para cada
decisión.
También
es necesario que la Comisión de Garantías se refuerce, cuente con medios propios
amplios y tenga carácter permanente. Además de este compromiso hace falta una
nueva IU, que no pierda de vista su origen pero que piense en el futuro.
Este
documento pretende ser breve porque espera enriquecerse con las aportaciones de
todos los militantes (tanto en lo normativo como en los compromisos). Como se
verá, no he dicho nada de la obligación de asistir a los actos, reuniones,
manifestaciones o debates. No he dicho nada de la obligación de trabajar en, al
menos, un área. No he dicho nada del reflejo individual o personal en las actas
de las votaciones. No he dicho nada de los mecanismos que permiten distinguir
las diferencias ideológicas o programáticas (el debate de ideas) de las que son
de conquista interna de poder. No he dicho nada…